Sucribete a nuestro feed

Testigos de la Luz

martes, 17 de abril de 2012

Hoy Señor te atiendo

Les compartimos un poema que nos mandó un agrupado hace algunos días; nos ha parecido oportuno publicarlo y compartirlo. la temática del poema se centra en la vocación y en el llamado que Dios hace a cada uno de nosotros a seguirlo de cerca desde la intimidad:

Hoy; Señor,
quisiera tan solo conversar,
dejar la palabrería,
hacer silencio...
Escucha; escucha bien,
viene el Señor que llama.

Quiero, Señor,
alejarme ahora del tedio y la rutina,
estas ahí..me escuchas
te siento...
A algo me llamas. lo sé, no hay dudas
escucho de cerca tu voz que me interpela,
como el agua en una grieta en mí penetras,
lo sé... cada día lo siento más.

¿Qué hay conmigo Señor?
¿Qué tengo yo? a la voz del poeta,
me invitas, me atraes
quieres ser uno conmigo,
-¿Quién soy yo señor?-
debe haber para todo esto un motivo,
alguna circunstancia,
algo en mí, Señor,
te llamo la atención...

Me tomas de la mano,
iluminas con tu luz,
mi interioridad revelas,
no te soy ajeno Señor...

Día a día me acrisolas; me forjas,
me haces ver el mundo como si de mí todo depende,
-mi corazón apunta doquier-
más una sola es la respuesta,
uno el camino selecto y una la luz que ilumina,
uno el sendero...

LLamas mi atención Señor,
te atiendo,
aquí estoy yo tu siervo,
sintiendote...
anhelando verte,
muriendo a mí por querer vivir contigo...

jueves, 5 de abril de 2012

"No me lavarás los pies jamás" - Meditaciones en Jueves Santo


Me pongo a pensar; Pedro,
en aquel momento en que el Señor,
te ofrecio lavar tus pies.
Entiendo tu postura, Si,
pero intento comprender tu respuesta...
El Señor toma tus pies con amor,
te mira como amigo,
cercano; confiado..

"No me lavarás los pies jamás",
respuesta fuerte,
orgullosa,
terca,
vacía y obstinada...
tanto que dijiste; Pedro,
para no decir nada....

Qué miedo habrás tenido,
como yo.. al escuchar al Señor decirte:
"No tendras parte conmigo",
tu vanagloria,
se volvio suelo de humildad,
no era la hora de airarse,
era la hora de aceptar...
de acoger, de contemplar...

no imagino yo,
¿Que habrás pensado al decir:
"hasta las manos y la cabeza"?
¿que sentimiento?
¿que vibración?, seguramente te dolió,
pero era la hora de la humildad...

Al principio, no supiste acoger,
no podías entender todo lo que pasaba entonces,
luego recordaste aquellas palabras de amor:
"lo que hago no lo entiendes ahora..."
Jesús habló a tu corazón
"...más tarde lo comprenderás"
fue entonces, solo entonces
que te abandonaste en Dios,
te confiaste a Él
fuiste más tú al estar con Él y aprender,
y entonces; Si, en ese momento
tu voluntad se vió afirmada,
tu firmeza confirmada,
tu corazón estaba firme a su lado...