Qué raro puede ser tocar un tema sobre los diferentes
minimalismos que existen, o mejor dicho, las diferentes aplicaciones en las que
hoy por hoy hemos metido esta sencilla palabra. Es como si todo fuera aplicable
a ella y ella pudiese explicarlo todo. Pero ¿de qué se trata? ¿Qué busca? ¿Por
qué la usamos tanto?
El diccionario nos explica que lo minimalista viene de la
misma raíz que la palabra mínimo y que busca referirse a las cosas,
pensamientos o ideas desde lo más pequeño, desde lo más sencillo. Si nos damos
cuenta es una palabra muy actual cuyo concepto esta dentro de mucho de lo que
escuchamos o lo que vemos. A continuación presentaremos de forma sencilla
algunas ramas en los que esta palabra está inmersa, el significado que alcanza
para nuestros días y su gran influencia para nosotros hoy.
Por ejemplo, la filosofía minimalista. Esta expresión
filosófica tiene todavía un concepto abstracto puesto que para muchos filósofos
modernos es una aplicación más práctica que del pensamiento, busca llevarlo
todo por el camino de la simplificación de lo conceptual. El termino es por
primera vez acuñado por el inglés Richard Wollheim quien definió como
minimalista a la corriente de pensamiento que buscaba retirar lo confuso y lo
complejo de los conceptos filosóficos por expresiones y significados reducidos
y más sencillos de entender para la masa de gente. Estuvo fuertemente
influenciado por los autores del reduccionismo metodológico y del análisis
simplificativo y definió su propuesta filosófica como algo “inmerso en la
cultura y aplicable a todas las filosofías, maneras de pensamiento, etc.”
También existe el estilo de vida minimalista, o “vida
sencilla” o también estilo “light”. ¿Qué bonito que suena este estilo de vida
no? A primera vista nos atrapa la idea de vivir un estilo de vida más sencillo,
sin tantas preocupaciones en la cabeza, etc. En fin pareciera que las
oportunidades de fugar a la realidad que vivimos cada vez más toca a nuestra
puerta con novedosos métodos para ver en cual caemos. Este famoso estilo de
vida, que no pocos libros de autoayuda recomiendan se basa en: la propuesta
ecologista de los fanáticos de Greenpeace que creen que hemos matado al planeta
con el desarrollo industrial y tecnológico, también se mezcla con un mal entendido
concepto de sencillez en donde se promueve vivir con la menor cantidad de cosas
para reducir las necesidades básicas pues afirman que así el cuerpo tiene menos
cosas por las que preocuparse y vive con un estado de relajación más constante,
y es un ambientalismo extremo, en donde todo tiene que ser lo más simple
posible; desde la forma de hablar hasta la forma de actuar. Todo a la mínima
expresión.
Podemos ver también la corriente minimalista en la pintura. Ya
no se escucha hablar en la pintura de hoy de detalles recargados y adornos como
en las épocas del barroco o del roccoco, ahora las pinturas son super
sencillas, expresiones mínimas con grandes explicaciones de fondo, ausencia de
detalles, formas geométricas más simples y generales evitar las perspectivas
radiales por las cuadradas y lineares, orden de las pinturas según su
intensidad y predominantes colores pasteles y de baja tensión, no se divisan
mezclas de colores, rosa cromática básica y todo esto para poder dar al ojo que
las contempla una sensación de tranquilidad y apertura, de libertad y busca
reflejar que la pintura respeta al observador, el orden en las formas y colores
dice a quien la observa que así como se respeta ese orden se respeta la
perspectiva, que no hay espacio para criticas, que todo debe ser sencillo pero
irrefutable, no se puede alterar el orden.
Otra forma de expresión de este “pensamiento” lo vemos en la
arquitectura. La mayoría de las edificaciones de la era post-moderna usan este
estilo más “minimalista” para poder generar sensaciones de estabilidad y
tranquilidad, buscan reflejar apertura, pureza de las formas, espíritu de paz. Mucho
de esto lo vemos un poco en las corrientes como el feng shui y en teorías de
arquitectura espacial. Se evitan las formas complejas, todo se forma a base de
las más sencillas figuras geométricas. La filosofía que sigue este tipo de
aplicación del minimalismo es
eminentemente pragmática, todo en el espacio debe ser útil, no hay espacio para
lo que adorne, todo tiene una función dentro del espacio a cubrir. Existe un
aparente orden de las formas escondido bajo la funcionalidad de cada parte de
las edificaciones. Por encima parece como si nada estuviera mal en esto salvo
este último detalle que se encuentra como enmascarado, escondido por sobre la
predominancia del estilo. Las mascaras salen a relucir cuando se analiza con qué
fin se construyo tal o cual edificación, cuando inspeccionamos la finalidad de
la utilidad que tiene tal o cual espacio, aquí es donde el aparente orden que buscan
reflejar no es tal y que todo se vuelve una visión superficial en pro de lo
funcional, se descubre el sin fondo de
este estilo, que busca promover “lo limpio de las formas, lo sencillo, lo
sobrio”
Minimalismo en los negocios, la última moda del día. Una más
de las novedosas expresiones del minimalismo cargado de influencias new-age. Busca
promover un estilo de negocio sobrio, donde en los ambientes de trabajo primen
las influencias espirituales y un mal-entendido espiritualismo como filosofía
laboral, donde no se admiten las “malas energías”, las inversiones en la
fachada son primordiales, donde el gasto es mínimo a través de técnicas ambientalistas
de reducción del consumo, técnicas límpias de manufacturas y el famoso “gasto
blanco” acuñado por quienes promueven este tipo de negocios que busca reducir
el gasto del negocio (maquinaria, planta y personal) y aumentar el gasto en
investigación y en desarrollo del personal con capacitación humana, social
donde se denomina inversión de campo. Una vez más una fachada de negocios al
estilo green-peace donde en la máscara de negocios “mas humanos” se descubre
por el análisis en aprovechamiento práctico y funcional de los ingresos de la compañía
para enriquecer en una abundancia cada vez mayor a los dueños del capital, con
buena publicidad por la parte social y buenas prácticas laborales por la
inversión en el personal, y con un market share mayor por la aparente novedad
de los negocios “verdes”
Y aún son más y más las aplicaciones que tiene el famoso
minimalismo en nuestro estilo y ritmo de vida hoy. Y no es que sea del todo
pernicioso, mas las consecuencias que puede tener para el hombre de hoy y del
futuro pueden ser de gran daño sino aprendemos a encauzar rectamente la
aplicación de esta corriente de pensamiento. Que lo funcional no sea motivo
para dejar de lado la expresión de fondo ni la redireccione cambiándola en otra
cosa distinta. El minimalismo rectamente orientado puede expresar de forma
sencilla realidades complejas o significados de fondo importantes, no puede
enseñar a comunicar de manera más simple largas definiciones sobre algo. Y merece
ser usado para engrandecer al hombre y lo que lo rodea y no para mermarlo con
superficialismos o absurdos.
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